Iván Bogdanov, la imagen del terror en el Italia-Serbia
17 detenidos y 16 heridos, imágenes brutales y preguntas sin responder. Sólo la visión del líder de los ultras explica el peligro que se vivió en Génova
Iván el Terrible. Así le llaman ya en Italia después de su detención. Le reconocieron por los tatuajes...
Contundente y simple, la portada de ‘La Gazzetta dello Sport’ utilizó ayer un único adjetivo para referirse al tipo en cuestión: ‘La bestia’. Se llama Iván Bogdanov y fue el líder en los desmanes que helaron la sangre de toda la Europa futbolística por lo ocurrido en Génova. Al frente de un millar y medio de ultras, encabezados por un grupo denominado ‘Tigres de Arkan’, el fútbol serbio se vio manchado nuevamente por la lacra de una violencia sin límites que ayer se convirtió en la verguenza de todo un país señalado nuevamente.
A la espera de la investigación que ayer anunció la UEFA, empezaron a conocerse detalles de lo sucedido y que comenzó por arrojar un balance de 17 ultras arrestados y 16 heridos en los enfrentamientos que se produjeron tras la suspensión del partido entre Italia y Serbia, entre más de un centenar de aficionados y las fuerzas de seguridad italianas.
El jefe principal de esta triste comedia, Iván Bogdanov (Iván el Terrible), fue detenido ya de madrugada, cuando la policía, en su búsqueda, le localizó oculto en el maletero de uno de los autocares que pretendía abandonar Italia para regresar a Belgrado.
En Serbia, ayer, la conmoción por los sucesos era aún máxima. No se entendía la facilidad con que los ultras pudieron desplazarse a Italia y menos aún con lo sucedido el pasado viernes, cuando la derrota de la selección en Belgrado ante Estonia ya derivó en diversos altercados en la capital, centrando muchos el objetivo en Vladimir Stojkovic, el meta del Partizán al que se responsabilizó de dos de los goles estonios.
Alejados de sus propios hinchas como si fueran el enemigo, los integrantes de la selección serbia se refugiaron en Génova y redescubrieron el infierno cuando camino del estadio los ultras apedrearon su autocar, buscando especialmente a Stojkovic, quien estalló en un ataque de nervios y acabó llorando en los vestuarios del Luigi Ferraris, tal y como explicó Cesare Prandelli. “Temía que iba a pasar algo. Se escondió en el vestuario llorando y muy asustado” aseveró el seleccionador italiano, para quien lo sucedido “no lo podía ni imaginar”.
La imagen de algunos jugadores serbios intentando apaciguar el ánimo de los que, se suponía, eran sus seguidores impactó tanto como la de Sinisa Mihajlovic abandonando compungido y furioso el estadio por los sucesos.
La UEFA publicó un comunicado en el que dijo que ha abierto una investigación ‘exhaustiva’ y que cuando se haya elaborado el informe ‘el asunto pasará a manos del Comité de Control y Disciplina’. A partir de ahí se estudiarán ‘las medidas a tomar, en forma de amonestación o multa, hasta el cierre del estadio o su descalificación en las competiciones en curso y/o la exclusión de futuras competiciones. Serbia tiembla. Sus ultras, y eso es lo grave, no.
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